LOS
ADOLESCENTES Y LA TOMA DE DECISIONES
Existe
un exclusivo talento que cada joven debería desarrollar, éste no está antes,
sino después de los aprendizajes, el gran objetivo educativo de la adolescencia
es crear su propio talento. ¿En qué radica
y por qué debe hacerse en este período vital?
La adolescencia se suele precisar
como la época que marca la etapa de evolución de chico en adulto. Empieza con los cambios biológicos, hormonales
y corporales que tienen lugar en la pubertad y finaliza cerca de los 20 años o
cuando el hombre ha tomado “un rol firme y autónomo en la sociedad a la que importa”.
De
esta tesis se desglosa que mientras el inicio de la pubertad está manifiesto
por causas físicas y biológicas, su final está expreso por factores culturales
y sociales, lo que lleva a prácticos como el radiante psicólogo norteamericano
Robert Epstein, a sustentar que esta fase es “una creación cultural y sus tipologías
el resultado de la influencia social.
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Libremente de que este ciclo sea real o retórico, lo innegable es que durante
la adolescencia poseen parte una serie de canjes que son definitivos a muy
diferentes niveles. Los hallazgos sobre
el desarrollo del cerebro elaborado durante los últimos períodos nos han
proporcionado información clave para deducir algunos de los cambios que ocurren
durante estos años. Si hasta hace poco se meditaba que el aumento de los
niveles hormonales era el único responsable de los cambios físicos adecuados de
la pubertad y de la dirección típico adolescente, ímpetu, desequilibrio
emocional, asunción de riesgos, actualmente se conoce con seguridad que las reformas
en la organización del cerebro asienten exponer con mayor fidelidad dichas
conductas. Uno de los canjes más importantes que tiene lugar en el raciocinio
de los muchachos es la madurez espaciosa de las ondas y la corteza prefrontal,
una distribución esencial para los métodos cognitivos de orden superior y sede
de las destrezas ejecutivas de la inteligencia, que, tiene lugar una significativa
“poda sináptica”, la disipación de algunos enlaces neuronales y el
reforzamiento de otras, que consienten al cerebro sancionar la información de
una manera más potente y eficaz. Durante
la adolescencia el control aborda ser íntimo: “se quiere pasar del orden a la
‘autodisciplina’, del acatamiento a la ‘responsabilidad’, de someterse a las disposiciones
ajenas a tomar las adecuadas medidas”.
Pero
los cambios que se originan en la vida de los niños a lo largo de la juventud poseen
además un fuerte mecanismo social. A los 12 años, la mayoría de los niños
estará iniciando la educación secundaria, lo que en varios casos representa la
entrada en la academia y la necesidad de acomodarse a los cambios que tolera, esta
nueva tradición, les exige enfrentarse a otra manera de asimilar y educarse, además,
que les va a requerir ser capaces de planear y constituir su tiempo de una
forma enteramente diferente, en esta época, los muchachos estarán entrando a
tomar decisiones sobre la dirección didáctica que anhelan seguir, algo para lo
que es esencial conocerse y que fijará de forma definitiva su futuro. Otro de los cambios más significativos que
tienen lugar durante estos años tiene que ver con su ambiente social y afectuoso,
por esto el modo en que se relaciona con su familia y sus amigos evoluciona, y
el chico va a poseer un rol cada vez más diligente, asimismo en este medio. Si
durante la infancia, de modo general, la conducta del niño está vigilada de
forma externa – padres, escuela – durante la pubertad el control empieza a ser
interno: “quiere pasar de la disciplina a la ‘autodisciplina’, de la sumisión a
la ‘responsabilidad’, de someterse a las laudos ajenos a tomar las propias
decisiones.
Talento
adolescente_ portada El desarrollo de las funciones ejecutivas de la
inteligencia va a permitir al adolescente tomar estas decisiones y llevarlas a
cabo de forma consciente y responsable: Marcarse metas, planificar y coordinar
los pasos para realizarlas, prestar atención y gestionar los pensamientos y las
emociones que vayan surgiendo a medida que avanzan, ser capaz cambiar los
planes cuando sea necesario, etc., son habilidades ejecutivas que – aunque
pueden aprenderse durante toda la vida – , deberían enseñarse de forma
específica durante la adolescencia, “una ventana de oportunidad” por todos los
cambios que están experimentando. Y aunque pueda pensarse que las habilidades
ejecutivas sólo sirven para gestionar el propio comportamiento de forma
eficiente y productiva, Adam J. Cox, psicólogo clínico especialista en temas
familiares y de adolescencia y autor de varios libros, cree que “las
habilidades ejecutivas también ayudan al niño a entender el sentido del tiempo
y del espacio al conectar sus experiencias pasadas con lo que pueda ocurrir en
el futuro. Esta continuidad en la conciencia del niño contribuye a construir su
identidad: ‘¿Quién soy?’, ‘¿Qué sé?, ¿En qué soy único?’. Tener semejante nivel
de auto-conocimiento permitirá al niño orquestar su comportamiento de manera
consciente.”****
Estamos
muy acostumbrados a ver la adolescencia como un problema, pero cuanto más
sabemos de ella, más nos parece una fase funcional y adaptativa. Es exactamente
lo que hace falta en ese momento de la vida. B.J.CASEY, neurocientífica del
Weill Cornell Medical College
Durante
los últimos años, las investigaciones sobre las habilidades ejecutivas en
campos como la neurociencia y la psicología han sido muy numerosas. Sin
embargo, el número de los que intentan aprovechar esos conocimientos para
aplicarlos a la educación es mucho menor. José Antonio Marina y el equipo de la
Universidad de Padres llevamos algún tiempo estudiando y elaborando, junto con
la Fundación Trilema y la Universidad Nebrija, un modelo de funciones
ejecutivas que podamos aplicar tanto los padres como los maestros. En nuestro
modelo – todavía en construcción – hemos
identificado once funciones ejecutivas, que tienen su origen en “operaciones
básicas”, es decir, en operaciones biológicas, psicológicas e instintivas que
se transforman conscientemente por medio de la voluntad, “ejecutivamente”. El
modelo ejecutivo de la inteligencia de José Antonio Marina distingue las
siguientes funciones ejecutivas que hemos ordenado en cinco grupos:
Gestión
del conocimiento (activación, atención y flexibilidad).
Gestión
de la memoria.
Gestión
de las emociones.
Gestión
de la acción (control del impulso, elección de metas, planificación, motivación
e inicio y mantenimiento de la acción).
METACOGNICIÓN
Aunque,
por motivos de estudio, estas funciones ejecutivas de la inteligencia aparezcan
con habilidades independientes, todas colaboran entre sí para que el
adolescente sea capaz de auto-gestionar su comportamiento. Iremos explicando
cada una de ellas en mayor profundidad en próximos números de UNIVERSO UP. Si
deseamos que nuestro hijos adolescentes, en camino de convertirse en adultos
libres y responsables que puedan colaborar en el bien común, puedan responder a
una disciplina interna, no impuesta desde el exterior, que les permita
modificar y gestionar sus procesos y respuestas internas en función de una
metas que han elegido consciente y voluntariamente, deberíamos prepararnos para
estar en disposición de proporcionarles estas herramientas.
Las
decisiones son una parte esencial de la vida, tanto dentro como fuera del
trabajo. Los ejecutivos son los responsables de decidir entre dos o más
opciones. La toma de decisiones abarca todo el proceso que supone tomar
decisiones adecuadas y eficaces, desde la liberación inicial hasta la puesta en
práctica.
DEFINIR
DECISIONES
Una
decisión es un juicio o una elección entre dos o más opciones, y es algo que
surge en innumerables situaciones, ya sea para solucionar un problema, ya sea
para aplicar una medida. Por definición, los directivos han de saber tomar
decisiones.
¿QUIÉN
TOMA LAS DECISIONES?
Una
decisión consiste en elegir entre diversas posibilidades, y es el ejecutivo
quien hace tal elección. Una decisión puede tomarse de manera inmediata, pero
suele suponer un proceso de identificación, análisis, evaluación, elección y
planificación. Para llegar a una decisión debe definirse el objetivo, enumerar
las opciones disponibles, elegir entre ellas y luego aplicar dicha opción. Las
decisiones y el proceso de tomarlas son fundamentales en la gestión.
CLASIFICAR
LAS DECISIONES
Las
decisiones que un directivo debe tomar incluyen las rutinarias, de emergencia,
estratégicas y funcionales. Muchas decisiones son rutinarias: se repiten las
mismas circunstancias y se opta por tomar unas medidas cuya eficacia ya ha sido
comprobada. Sin embargo, hay situaciones que no tienen precedentes: la decisión
se toma en ese instante, a medida que se suceden los acontecimientos. Son
decisiones de emergencia y pueden ocupar casi todo el tiempo de un directivo.
La forma más exigente de tomar decisiones está relacionada con las decisiones
estratégicas: la tarea más importante de un directivo consiste en decidir metas
y objetivos, y convertirlos en planes concretos o en decisiones secundarias.
Las decisiones funcionales, sobre todo las relacionadas con ‘problemas del
personal’ (contratar y despedir), requieren un manejo especialmente delicado.
DESGLOSAR
EL PROCESO
Alcanzar
una decisión supone un proceso mental. El primer paso consiste en identificar
el tema que se aborda, y priorizar los objetivos. Un análisis de la situación
revelara las opciones imposibles o impracticables, dejando una serie de otras
posibilidades para una evaluación mas detallada. En este punto se puede
recurrir a la opinión de otros. Hay que evaluar cuidadosamente las ventajas y
desventajas de cada medida, teniendo muy presente el objetivo final.
Finalmente, es posible idear un plan para mostrar como se pondrá en práctica la
decisión.
COMPARAR
SOLUCIONES
La
mayoría de las decisiones ejecutivas suponen la solución de un problema y
pueden encontrarse muchas maneras. Por ejemplo, puede haber una solución clara
y correcta (basada en datos y cifras); puede haber una intuición que parece
correcta ( basada en la experiencia); puede haber una solución que hay que
comprobar llevándola a cabo (o simulándola); puede existir una solución que
funcione a largo plazo pero no a corto (como solucionar un cuello de botella en
la fábrica invirtiendo dinero), o puede haber una solución confusa, una que
aparentemente funciona pero carece de límites claros (como lanzar un nuevo
producto y esperar a ver sí modifica los parámetros del mercado).
ACTIVIDAD
1.
Defina comparar soluciones
2.
Cómo es la toma de decisiones en los adolescentes?
3.
Cómo se desglosa el proceso de la decisión?
4.
Usted cómo clasifica las decisiones?
5.
¿Quién toma las decisiones?
6.
Cómo Define decisiones?
7.
Defina talento adolescente
8.
Cómo son los cambios de vida del niño al
adolescente?
9. Defina metacognición
9. Defina metacognición
10. Diga si usted ha tenido cambios que lo lleven
a la toma de decisiones y cuáles fueron?
BIBLIOGRAFÍA
* El misterioso funcionamiento del cerebro adolescente. Sarah Jayne Blackmore. Ted, Edinburgh, Escocia, 2012.
Toma de decisiones. Teoría y métodos
Matías Martínez Ferreira
Administración
21.06.2005
15 minutos de lectura
Creatividad e innovación
Gerencia y habilidades gerenciales
Toma de decisiones
Trabajo en equipo
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